Carlos Pecker,
realizador del programa El Chiringuito,
vino el pasado viernes 20 a presentar su libro, Los secretos del Chiringuito, donde explicó algunas de las claves
de su libro.
Habló, además, del
programa del que es realizador, ya que el libro trata sobre éste. Nos dio
varias particularidades que tiene, y que lo hace tan especial. Uno de los
elementos que utilizan para que la audiencia los vea, es el uso de cebos. El
programa empieza con un cebo, que intriga al espectador. Es una pieza pequeña
de unos diez segundos, donde no se dice gran cosa, pero sí lo suficiente para
mantener la expectativa; está acompañado, además, de música, y con unos rótulos
grandes y llamativos. El cebo también se puede poner a la vuelta o antes de la
publicidad, durante el transcurso de la noche, el programa se emite tarde, y
necesita de este tipo de recursos, para que la audiencia no se vaya a dormir.
Posteriormente, Pecker
trató las composiciones que se hacían en momentos puntuales, éstas son
improvisadas, y salen a su criterio. Las composiciones, no son más que
elementos que el realizador, incluye en la pantalla, para, por ejemplo, incluir
en diferentes marcos a los tertulianos. Y usa composiciones, como una que denomina,
de pop art u otra dedicada a Andy Warhol.
El tema central de
la conferencia fue el uso de planos, y el que fue más interesante. Pécker
afirma que hay al menos, 220 planos, que describe en su libro. Y en la ponencia
nos destaca algunos, entre los más destacables, es el que conoce como el plano
Iñárritu, que se basa en el que hace este director en un momento determinado de
la película El renacido, éste gira en
torno a unos elementos, que, en el caso de la película, son los dos
protagonistas en el albor de una batalla; en el programa la cámara gira
alrededor de Josep Pedrerol, el presentador.
En cuanto a los
planos, a Pecker tiene la regla de la originalidad y la libertad. Uno de los
planos más singulares del Chiringuito, es el que el realizador conoce como
plano cara-nuca, donde Alfredo Duro, uno de los colaboradores que tuvo unas
palabras en la ponencia, se le enfoca a su nuca mientras está hablando. Y uno
de los planos más famosos del programa, es el plano secuencia, donde uno de los
cámaras, se dedica a buscar a Pipi Estrada, fuera del plató, y durante cinco
minutos recorre las instalaciones de Atresmedia.
Otros planos, a
los que Pecker hace referencia, es el del boa constrictor, que consiste en que
el cámara dé una vuelta sobre sí mismo, tumbado en el suelo.
Y una de las
grandes particularidades del Chiringuito,
es que cada programa empieza de una forma distinta, cada día es una nueva
historia. Un programa empezó bajando en una tirolina, otro con un cámara subido
en lo más alto del plató, en la pasarela de sonido, y haciendo un zoom inverso,
y así formas incontables. Y otro elemento importante, es que Pedrerol nunca
sabe cómo se va a empezar, y, por tanto, su reacción siempre es espontánea.
Entre otras cosas,
destacó que los fallos técnicos en otros programas serían muy mal vistos, pero
en su caso, se han convertido en una seña de identidad, y lo que más me
sorprendió, es que El Chiringuito, no
tiene escaleta, y que Pecker y el equipo de realización, están improvisando
durante el transcurso del programa.
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